Todos deberíamos ser feministas
- Erica Dengel
- 24 ene 2018
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 28 ene 2019
¿Por qué nos sentimos tan intimidados con la palabra feminista?
Prometido es deuda. En mis instastories les pregunté si querían reseña del libro 'We Should All Be Feminists' por Chimamanda Ngozi Adichie y todos dijeron que sí, pero esto no es más que una reseña. Es la realidad de lo que pasa en nuestra sociedad todos los días, lo veamos o no. Nos demos cuenta o no.
¿Por qué la palabra feminismo nos incomoda tanto? La idea en general del feminismo intimida a muchas personas y no solo eso, viene cargada de energía negativa, como si promoviera odio y no equidad.
Feminista es una persona que cree en la equidad social, economica y política de los sexos.
Pero decir eso ahora se queda corto, no nomas falta en creer. Tenemos que actuar para que el cambio sea posible. ¿Saben qué es lo que nos aleja del feminismo? Los estereotipos. Estos vienen de hombres y de mujeres y está presente en todas las edades. Llevamos arrastrando estereotipos de género por siglos y seguimos repitiéndolos sin hacer nada al respecto. Los vemos normales porque se siguen escuchando tan seguido que ni nos damos cuenta que lo enseñamos a la nueva generación. Por nombrarte muy pocos que más adelante explicaré:
- Los hombres deben de ser machos y no mostrar vulnerabilidad.
- Las mujeres deben casarse y tener hijos.
- Las mujeres que quieran casarse y tener hijos deben de dejar a un lado sus sueños y carreras.
- El matrimonio es una meta, no el siguiente paso de una pareja.
- Se espera que una mujer llegue virgen al matrimonio pero un hombre no (Se fijan que casi todos giran alrededor del matrimonio?)
- Una mujer no es vista como figura líder pero un hombre sí.
La razón de que casi todos los estereotipos giran alrededor del matrimonio es porque hace apenas unas cuantas décadas, las mujeres no tenían derecho a nada si no estaban casadas. No podían heredar, ser dueñas de algo ni siquiera abrir una cuenta de banco. El matrimonio, lejos de ser visto algo como un paso de amor, era un paso de poder para el hombre y un paso falso de libertad para las mujeres. Por eso tantas "reglas sociales" como las anteriores.
Hombres y mujeres somos completamente diferentes física y biológicamente, eso todo mundo lo sabe. El feminismo no habla de ser iguales, habla de ser equitativos. Casi todos los puestos de poder y prestigio a nivel mundial son ocupados por hombres, porque la mujer no es vista como una figura líder. Es condicionada en las empresas por si planea tener hijos o no (esto siendo una pregunta verídica en las entrevistas). Porque la empresa lo ve como pérdida de tiempo. Si una mujer comparte un puesto de coordinación con un hombre, el hombre tiene la ventaja de llegar a ser director más rápido y fácil que su compañera, por el simple hecho de ser hombre, una figura más "autoritaria". Aquí también entra la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres que comparten las mismas labores.
Las mujeres hemos sido educadas por siglos para agradarle a los demás. Es muy importante en nuestras vidas caerle bien a los demás, a tu jefe, a los hombres y a otras mujeres. Tenemos que cuidarnos en no ser muy enojonas, no quejarnos, cuidar lo que decimos, preocuparnos por tener pegue desde chicas. Pero no educamos a los hombres a que se preocupen por estas mismas cosas. A ellos les decimos que no pierdan el tiempo preocupándose por lo que piensen los demás de ellos.
Tenemos que educar a las futuras generaciones diferente. Olvidar los estereotipos y enfocarnos en intereses y habilidades de cada uno. En crear generaciones más justas. Dejemos de enseñar que las mujeres somos competencia una con otra. Dejemos de enseñar que las mujeres no pueden ser seres sexuales iguales que los hombres. ¿Por qué esperamos que las mujeres reserven su virginidad para el matrimonio, pero los hombres no? A las mujeres les decimos que "esperen a estar enamoradas con su esposo" y a los hombres a "saber lo que hacen", en muchos casos resultando que ambos tomen muy malas decisiones por estas "reglas sociales".
Dejemos de preguntarnos qué hacía una mujer sola con un grupo de hombres cuando la violaron; o qué hacía sola caminando en la calle de noche/vestida así. Somos más tolerables poniendo esas excusas en vez de cuestionar la raíz de esos horribles actos: el falso control sobre las mujeres. Dejemos de enseñar vergüenza, como si nacer mujeres ya nos hiciera culpables. Nos hace ser personas sin decir lo que pensamos y seguir con un acto de pretensión por miedo al que dirán. Dejemos de decir cosas como "wife material" y "carreras MMC" y de denigrarnos unas a otras con ofensas por una competencia que no existe.
La idea del género en la actualidad nos hace enfocarnos en cómo deberíamos de ser, en vez de reconocer quiénes somos. No hay que temerle a la palabra feminista. Esa es la palabra correcta. Cambiarla por "defensores de los derechos humanos" es engañarnos. Es negar el problema específico de género en nuestra sociedad. Es otra forma de negar que el mundo dividió a los seres humanos en dos grupos y solo uno de ellos fue excluido y oprimido por miles de años y lo más triste es que lo sigue siendo. Feminismo NO es luchar solo por los derechos de las mujeres. No es ser menos femenina. No es ser el género superior. No es ser iguales. Es ser diferentes pero tener las mismas oportunidades. Es buscar equidad en todos los aspectos de nuestras vidas.
Dejemos de culpar a la cultura y a la historia. La cultura no hace a la gente, la gente hace la cultura. Hagamos el feminismo nuestra cultura. Esto es tarea de hombres y mujeres. Uno sin el otro no se puede.
Te invito a dejar un comentario de qué piensas del feminismo. Si te intimida la palabra, si estás de acuerdo o quieras agregar algo respecto al tema.

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