La magia de ser blogger

Desde chica me fascina escribir. En secundaria hacía poemas y en prepa escribía historias. Creo que me ayudaba mucho que también me encantaba leer. Tanto que llevaba mis libros a la escuela para leerlos en el recreo. Hasta me salía de clases que me aburrían y me iba a leer a la biblioteca (o hacía que me sacaran del salón para leer en paz en el pasillo. No sigan mis pasos, amigos). El amor a la lectura me llevó a la escritura y con los años, ser blogger no sólo se convirtió en un hobby, se convirtió en pasión.  En querer dar un buen mensaje a todas las personas que me leen y que personas que estuvieran pasando por situaciones parecidas a las mías se relacionaran y no se sintieran solas.

Así empezó este blog hace seis años. Se llamaba QuiteUnique y empezó hablando de Fashion Week y casi inmediatamente tomó un rumbo diferente hablando de mis experiencias en la vida, como corazones rotos, pasar de inmadurez a madurez, crecimiento personal y lo más nuevo, Asperger.

Antes, lograr que tu blog tuviera tráfico no era muy difícil, con Facebook la hacías. Pero todas las redes sociales han crecido y cambiado demasiado en estos seis años y los que tenemos blog, hemos tenido que recurrir a otras plataformas y a otras formas de darle publicidad porque Facebook ya no es suficiente. Por más que diga que mi blog es mi hobby, no quiero que caiga en el olvido del Internet, así que recurrí a Instagram, y ahí lo IN son los stories. Para sobrevivir hay que adaptarse, así que empecé a grabar stories en Instagram para mandar tráfico a mi blog, cosa que funcionó.

Como todas mis compañeras bloggers, he escuchado mucho últimamente comentarios como: "Se cree blogger. Que pena que haga stories. Ahí está grabando todo el tiempo y toda su vida. Se cree fulanita de tal (comparación a otra blogger famosa)." Creo que es porque están saliendo muchas de esta ciudad y la gente de aquí no está acostumbrada a ver a otra gente que conoce haciendo lo que le gusta. Pero quiero aclarar algo.

No me creo blogger.

Soy blogger.

Lo digo con muchísimo orgullo,

porque no es tan fácil como se ve.

Y así como hay bloggers que tienen un blog y se apoyen de Instagram, también hay influencers que no tienen blog y sólo usan Instagram y Youtube para promocionarse. TODAS SE VALEN. No tienes que ser de Monterrey, de la Ciudad de México o New York para ser blogger/vlogger o influencer. Ambas pueden ser tanto hobby como carreras. Y adivina qué, si eres blogger que vas empezando o microinfluencer y te están comparando con otra de altos niveles, vas por buen camino. ¿Cómo creen que empezaron las grandes? De la misma forma que lo estás haciendo tú. Poco a poco y dónde te encuentras.

Si te puedo dar un tip sería que no te fijes en los seguidores que te faltan. Concéntrate en los que ya tienes. Sean 200, 5,000 o 20,000. Esos que ya tienes son los que esperan tus Q&A's sin falta, te ven en tus videos en vivo y leen tu blog. Los demás vendrán solos. No los busques, deja que ellos te encuentren. Si te comparan con alguien más, déjalos. Cada quien ofrece contenido y material diferente y la magia de las redes sociales es que tu escoges a quién quieres seguir. No temas en usar los botones de Unfollow si crees que no estás viendo contenido que te haga crecer o que te aporte algo bueno. Eso también se vale. Y si estás del otro lado de la pantalla, no temas en usar los botones de Bloquear, porque lo que no se vale es aguantarte negatividad y críticas destructivas, tanto de personas cercanas como extraños. Si algo aprendes con esto es a distinguir quiénes están en tu vida porque quieren, y quiénes no.

Al exponerte así en redes sociales estás invitando a extraños y seres queridos a ver  fracciones de tu vida por una ventana. Para mi, hay algo muy bonito en compartir momentos que te hacen feliz,  recomendar productos que te gusten o compartir un mensaje. Podemos convertir lecciones, penas y dolor en contenido y mensaje a otros que pasen por lo mismo. Podemos convertir una recomendación en ventas. Podemos transmitir conocimiento a otros que quieran aprender algo nuevo. Podemos contagiar a alguien triste de alegría y ofrecerle un momento de empatía. Si algunos no pueden ver lo bonito en eso, es su problema. No te dejes pisotear por haters y sigue haciendo lo tuyo.

Si tienes pensado crear un blog o crear contenido en tu Instagram, acércate con una blogger de tu comunidad. Tenemos un grupo donde todas nos apoyamos, nos damos y pedimos tips y hasta hacemos reuniones y colaboraciones. Me encanta que cada vez somos más en el grupo y tengamos esa unión de escritoras y creadoras de contenido, por más diferentes que seamos o de lo que hablemos. No te detengas a empezar algo que quieras hacer por miedo o pena al que dirán. Son más las personas que te apoyarán a distancias que no te imaginas, día y noche. Todos tenemos historias que contar.

Para mi, ser blogger se ha convertido en algo muy bonito, gracias a una comunidad que ha crecido poco a poco a lo largo de seis años. No hay día que no piense en lo próximo que voy a escribir, aunque pueda durar hasta tres semanas preparando una entrada. Por eso quise hacer esta entrada, para recordarle a mis compañeras que lo que hacen es valioso, esperado e inspirador para muchas personas. Recordarle a los que quieren empezar que nada los detenga. Y recordarle a mis lectores que estoy muy agradecida por dejarme compartirles mi vida cada semana durante todos estos años. Agradezco cada vista, comentario, pregunta y mensaje que me mandan cuando subo contenido. Por ustedes encuentro el doble de dicha en hacer esto.

Que siga así por mucho tiempo más.